
Crucé el lado oblicuo de tu casa
te observé bien de lejos
sucumbí al atardecer
los pájaros huían sin orden ni consuelo
me lastimé
me arañó un gato
me acordé de cuando no había ni nacido
me dio vértigo
dolor de tripa
.
.
.
.
.
me doblegué en el suelo
te desnuqué
podé el ciprés
le di forma de plesiosauro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario